"SEMBRAMOS COMIDA, ESTAMOS EN UN NEGOCIO MUY NOBLE"
- Persian News
- 6 may 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 17 jun 2018
Jarhi Martínez, un salvadoreño graduado de Agronegocios en la Zamorano (Honduras), es nuestro gerente operativo del cultivo.

En sus manos está la siembra de la primera fase de nuestro proyecto: 150 hectáreas de Limón Tahití. Este hombre, con experiencia en fitotecnia de cítricos y banano, ha trabajado en grandes cultivos internacionales. Vino, con todo su conocimiento, a nutrir nuestros palos, y por supuesto, nuestro Proyecto.
“Me pone contento estar en Colombia” dice Jarhi.
Estamos trabajando en un Proyecto grande, ambicioso y muy bien pensado. Nos estamos tomando el trabajo de estructurarlo y hacerlo bien. Estamos enfocados en transformar lo que hay. En palabras de Jarhi, como está formulado el Proyecto y como ha avanzado, lo subyacente que ocurrirá es la transformación de una zona, desde el punto de vista de la producción, y desde el impacto en las personas.
Conocedor a profundidad de los cítricos, opina que el Limón Tahití ha tenido un mercado deficitario en el histórico de la oferta de los mercados.
“Vamos a subsanar el déficit que hoy hay”.
En Colombia, en la actualidad, el citricultor más grande tiene sembradas 400 hectáreas, nosotros tendremos 2000 para el año 2020, esa es nuestra meta, que representarán una apuesta diferenciadora en términos de negociación y posicionamiento. Desde el punto de vista del precio, esta fruta se cotiza mucho mejor que otros cítricos, la naranja por ejemplo. Contamos además, con un terreno propicio y un clima beneficioso. México, nuestro principal competidor internacional, tiene estacionalidad y por ello desabastece el mercado en ciertos momentos del año, nosotros podemos producir tiempo completo.
Ahora bien, desde el ámbito humano, “nos estamos convirtiendo en el mayor empleador de nuestras zonas de influencia, y lo estamos haciendo a largo plazo”. Lo anterior, garantizará que los colaboradores tengan la tranquilidad de poderse pensionar (posiblemente con nosotros), mejorará su calidad de vida con impacto en su familia, y contribuiremos a frenar el éxodo migratorio del campo a la ciudad. “Estamos trayendo beneficio de largo plazo a la comunidad. En 35 hectáreas sembradas hemos generado 15 empleos directos. Realmente este valle se va a transformar”.
Colombia, debido a la cantidad de tierra y de gente que la trabaje, es muy productiva (en términos absolutos). Para mejorar la productividad por área necesitamos masificar la tecnificación, aplicando sistemas de riego por ejemplo, eso, en nuestro proyecto, ya está considerado.
“Hay mucha oportunidad para desarrollar el agro”.
Un negocio muy noble “No estamos produciendo tabaco o cerveza. No producimos novelas, que no generan nada”, estamos en el negocio de la comida y de los alimentos, estamos construyendo una misión muy noble. “Si no hay agricultura, no hay comida”.
“Mi misión en la vida es ser una persona productiva e impulsar la productividad, así me veo yo”. En esta etapa he acumulado experiencia y conocimiento que me permiten tener una visión a mediano y largo plazo, “quiero hacer esta clase de trabajo, desarrollar producción, producción de comida”. A la vez, estamos montando este esquema contribuyendo a que mucha gente incremente su nivel de vida, gente que trabaja con nosotros. “El factor por el cual un ejercito gana una guerra son sus soldados, debemos tener armas (elementos técnicos para sembrar) y logística (forma cómo lo hacemos), pero sin las personas no hay vía para lograrlo”.
El paso por la Zamorano Estudié y me gradué becado. Cinco entidades de El Salvador estuvieron dispuestas a financiar mis estudios. Fui el mejor promedio en los exámenes entre los bachilleres, y la mejor nota en el examen de admisión para ingresar a la Universidad. No soy un estudiante estrella (quien no necesita estudiar para pasar), “soy un estudiante persistente”. Viví la infancia con mi papá y aprendí a leer mucho “he leído libros que no conozco a nadie que los haya leído”.
La Universidad fue “una experiencia muy difícil”, “a veces me parece que la soñé”. De allí me quedó la disciplina como mejor legado, soy muy madrugador, la puntualidad como valor, y la productividad como ejercicio diario en mi trabajo. Hoy, esa enseñanza se ve reflejada en hacer las cosas bien desde el principio, “todo lo que uno debe hacer, debe hacerlo con el mayor esmero”.
Jarhi Martínez, después de haber pasado por experiencias laborales en Centroamérica, Canadá, Bélice, después de recorrer cultivos en grandes fincas, conocer la logística y la distribución de frutas y verduras en grandes compañías, Walmart entre ellas... después de “media vida” en otros lugares, es hoy uno de los motores que pone a funcionar nuestro Proyecto. Estamos felices de que haga parte del equipo y, como él mismo lo expresa, también se siente bien de estar aquí: “Yo quisiera morirme en este país. Quiero hacerme colombiano”.
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